Styx: Shards of Darkness es un juego de acción y sigilo con elementos de RPG. Esta vez, el jugador debe infiltrarse en Karngar, que se consideraba la ciudad más protegida hasta que Styx se infiltró en ella.
Juego
El sigilo es el principal amigo de Styx: el jugador debe esquivar o apagar antorchas, fuegos y moverse agachado para evitar ser sorprendido por el enemigo. Además, el jugador no debe entrar por las puertas principales, sino trepando por ventanas y grietas. Cuando veas el cadáver, los enemigos empezarán a gritar para pedir ayuda, por lo que se recomienda utilizar disolventes ácidos o esconderlo en los recovecos.
Casi todo el juego se puede completar sin ninguna muerte o aturdimiento. Además, Styx puede hacerse invisible brevemente para colarse entre la multitud. Sin embargo, las habilidades del héroe no son ilimitadas, ya que la sustancia lantar utilizada acaba agotándose.
La mecánica de combate del juego está muy poco desarrollada: el protagonista puede eliminar a los adversarios por la espalda, introducir veneno en la comida y el agua, dejar caer cajas y candelabros. Si el jugador se encuentra con un enemigo en campo abierto, no será fácil matarlo. El jugador debe calcular los disparos y golpes del enemigo a tiempo para esquivarlos o matarlos al instante.
A medida que la historia avanza, se interpondrán en el camino del protagonista oponentes más fuertes y con más armadura, a los que no se puede matar con una daga o una flecha. Sin embargo, el protagonista también ganará nuevas habilidades y ventajas.
Trama del juego Styx: Shards of Darkness
Todo comienza en Toben, donde Styx roba el cofre de salarios de los guardias. Siguiendo un consejo de Efron, Styx cae en una emboscada y se encuentra con Heldrin, el líder del escuadrón de asesinos de goblins. Heldrin ofrece a Styx robar un cetro con el que infiltrarse en la reunión de embajadores y sacerdotisas. A cambio del cetro le ofrece al duende ámbar, a lo que él accede.
Al llegar a la nave, Styx no consigue robar el bastón, que ha sido robado por un hombre lobo. Al enterarse de esto, Helledrin y Styx se infiltran en Corrangar para encontrar al elfo. Durante la misión se enteran de que el hombre lobo se llama Jarak y se resiste a la sacerdotisa. En ese momento la sacerdotisa da a todos cristales con los que controlar a los duendes. Pronto los héroes encuentran y dañan a Jarak.
El duende casi alcanza a Jarak, pero éste escapa. Styx se dirige entonces a las minas en busca de la piedra, donde se encuentra con la Reina Tarabis. Tras destruir al jefe, el héroe roba la piedra y se encuentra con los guardias de Corrangar. Todas las entradas y salidas están bloqueadas mientras los elfos buscan a Styx. Helledrin le sugiere que se rinda bajo la apariencia de un simple goblin y que luego escape.
El duende es capturado pero escapa. Tras llegar a la barcaza, Estigia se encuentra en el pueblo de los Cazadores, desde donde se dirige a Torben. Resulta que la Picadora de Carne ha sido conquistada, al igual que los suministros de ámbar. Mientras tanto, el duende llega a su escondite, donde se encuentra con Heldrin y una emboscada de duendes, siendo así capturado.
Escapando de nuevo, el protagonista debe recuperar 6 tablillas y salir del templo. En el camino encuentra a Heldrin, al que puede dejar atrás o liberar. Pronto Styx se encuentra con Jarak, que le informa de que la sacerdotisa está dando deliberadamente ámbar a las criaturas para manipularlas. Para impedirlo, el goblin debe socavar la alianza entre los enanos y los elfos, concretamente matando al representante enano y plantando pruebas.
Después de un tiempo, Jarak sugiere a Styx que vuele una fábrica de ámbar. Mientras coloca los explosivos, Styx descubre que el ámbar se extrae de la sangre de los duendes. Tras la explosión, Jarak y Styx tropiezan con un gólem, que el protagonista destruye con una balista. Tras la victoria, Styx ve cómo su nave es secuestrada por Jarak.
Styx: Shards of Darkness es el típico juego de sigilo que se parece a Thief. La débil historia y la falta de mecánicas de combate son inconvenientes importantes.